Pues verán ustedes, esto eran dos chicas, soñando con un trocito de huerto, con la casa al lado; y unas gallinas, unos tomates, un compostero... y fíjense por donde, que de la noche al día, se encontraron así
¡increíble! tenían ya dos bancales (profundos), con una docena de tomates, otra de pimientos, otra de berenjenas, 10 patatas y 9 melones... ¡increíble (de nuevo)! Y lo mejor de todo, que tenían la casa al lado (bueno, por ahora sólo los
rubios, que los
morenos nos mudamos en junio).
Ahora están con las gallinas por la cabeza: si ponerlas aquí, si mejor allá... bueno, más bien aquí que allá, la verdad... pero el caso, es que no lo duden ustedes, que en breve ¡¡comeremos huevos de verdad!!